martes, 31 de enero de 2012

Compartiendo mi lunch !! (robo con violencia y otras modalidades)




de las 9:30 de la mañana abordé un camión que me llevaría a mi trabajo. Por alguna razón tenía un mal presentimiento, algo en la mañana no era correcto, algo iba a salir mal, solo que no le di la importancia, ya que unos minutos antes había saludado a mi madre. ¡Tomamos fotos al perro! de esas mañanas donde uno conecta sentimientos con los padres. Salí alegre de mi casa y no le iba a prestar importancia a ese presentimiento raro.
Sentado ya con rumbo hacia Observatorio para bajar a la altura de la Fuente de petróleos me puse mis audífonos y solo puse música. Empecé a quedar en estado adormilado ya que mi compañero de asiento me estaba pegando su rico sueño. La verdad no me podía perder la oportunidad de copiar aquella actitud. ¿Porque no?
Pasamos Santa Mónica, Mundo e y el restaurante Carlos. Exactamente allí me despertó un fuerte ruido como de explosión.  De dormido pasé a estado de vigilia característico de los tontos cuando duermen, ¿mi sorpresa? Ver que un sujeto amagaba al chofer mientras otro me imagino, daba las instrucciones de lo que las personas que compartíamos antro debíamos realizar, la verdad no podía escuchar nada con los audífonos puestos. Pero no tenia que escuchar era obvio que los amantes de lo ajeno tenían un día típico. Solo que en esta ocasión yo estaba en medio de su picnic y prácticamente los iba a proveer de ricas viandas (iPhone 4s, Macbook Pro, $1000).
La verdad mi parte egoísta no quería dar todo, ya saben ¡el que parte y comparte se lleva la mejor parte! Así que en ese momento el diablillo en mi hombro me dio un consejo, y pos él siendo el diablillo y yo un simple mortal... ¡pues lo seguí! aquello no iba tan mal ya tenían su parte yo conservaba la mía.  Ya el sudor frío empezaba a pasar a tibio ya apunto de fumar la pipa de la paz cuando... “A ver jijos de .... Ya me tengo que bajar a trabajar, ¿ya tienen mis cosas? ya dejen bajo por favor”.
Obvio esto tuvo consecuencias: la señora fue callada inmediatamente de un buen puñetazo y prácticamente regresó a su lugar como las hojas de otoño regresan al suelo y además de artera acción fue amenazada: “A ver métanle 2 plomazos a esa señora jija de su pi... para que no esté chingando”. La señora sorprendida, maltrecha y violentada se quedó en paz. En este momento fue con su servidor, casi moja los pantalones de miedo, ya no por perder su equipo si no porque ahora casi veía a la Borola llegando por mí...
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, como conteo de lanzamiento los amigos del picnic bajaron del antro y la verdad en ese momento creo que todos mis orificios pudieron respirar y liberar. Alguien por allí gritó: “Chavo, chavo” y señaló mis audífonos los cuales fueron olvidados por Robin Hood quizá a la hora de dárselos al pequeño Juan ya ven como es él...
Y así concluyó mi día en aquel School Bus. Ya en la siguiente parada me baje a desmayarme

Moraleja: nunca  valió un objeto mas que mi  vida, creo que desde que empezó el robo solo quise salir lo menos afectado y sin problemas, estoy con vida y el sol mañana  será  el mas hermoso. Alguien me dijo escribe lo que te paso puede que les funcione a otras personas, la idea no es cambiar el mundo es vivir con el y ningún objeto material vale mas que volver a sonreír con las personas que uno ama!