martes, 2 de marzo de 2010

Que caray! Hoy tenía la intención de escribir algo delas exposiciones del museo de San Idelfonso a las que he podido echar un ojo como la de Antony Gormley me fascinó aquella escultura que parece la imagen digital residual de un yo análogo mezclándose en un cuarto que te lleva de la mano hacia un mundo paralelo… y que creen? Preferí ceder esta entrada a lo que me parece un grito de ¡ya basta! Es increíble que el transporte público del Estado de México este conducido por gente que no tiene el mínimo gusto sónico. Estoy harto de que una y otra vez mis oídos sean violados con ese espantoso ruido llamado Duranguense que en vez de resaltar la grandeza de aquel estado donde nació Doroteo Arango (Pancho Villa) lo ridiculiza y empequeñece.

Esta ocasión en vez de ridiculizar este ruido, voy a dar alternativas a lo que llamo dignos representantes de nuestro folklore Mexicano. Así que tomen el tequila y viértanlo dentro de un caballo de aquellos largos y queden hipnotizados con el color ámbar que tomo la bebida al paso de los años

La primera que recomiendo es la gran Lila Downs que está de gira en el viejo continente y la muestra excelsa de cómo debería ser cantada la gran Quizás, Quizás, Quizás; de Osvaldo Farrés







La segunda es Susana Harp y este gran clasico